martes, 9 de septiembre de 2008

Una poesía sobre Eva, de Mario Ranero



Que cosa que no se haya dicho, pudiera decirte...

que cosa que tú no hayas hecho, pudiera reprocharte...

en que estado enfermizo estaban aquellos...

que de tanto que eras, tan sólo pudieron odiarte.


Que enorme vacío dejaste en la vida

de los que contaban con tu sentimiento,

que inmenso recuerdo dejaste en la gente,

y te fuiste...dejando a tu pueblo tan sólo y enfermo


Certero arrebato culminó con tu vida,

aquel veintiseis lejano y dolido...

lo que nunca pudo el destino infame

fue que pasaras sin pena al olvido.


No sé si los que quedamos, hoy te merecemos...

no sé si en algún barrio se sigue tu ejemplo...

sólo sé que tu memoria se encuentra presente,

en cada lugar donde falta un derecho.


Este canto es para vos... Evita.

Tal vez hace mucho entré en esta deuda...

quizás hace tiempo que debí haberlo hecho...

dejar por escrito aquel sentimiento

que moja mis ojos cuando te recuerdo.


Mujer implacable dejaste tu vida...

por lograr el derecho que nos merecemos,

no hiciste otra cosa que luchar sin pausa,

para que la vida se transformara en sueño.


No hay dudas que hoy sos la mujer del siglo,

aunque otras hubiera que se lo merezcan...

pues nadie ha podido sembrar la pasión...

que tú despertaras aún... después de muerta.


Un gracias muy grande se dibuja en el cielo

con canto de pájaros y brisas de viento.

No es más que la vida eterna de aquellos...

Que te amaron siempre... Tan niños... tan viejos...



Mario Ranero1998 (poeta Peronista contemporáneo)


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