viernes, 23 de mayo de 2008

Latiguillos para desmitificar...




A las mujeres víctimas de violencia les gusta que le peguen, sino, no se quedarían en sus casas.




Como las mujeres en el tiempo de vida con sus parejas violentas van cristalizando una percepción de sí mismas desvalorizada, enferma; suceden diferentes situaciones




  • Se sienten merecedoras de la violencia por haber hecho "mal las cosas"


  • Al ser parte del círculo vicioso, toman la "etapa de luna de miel" de la violencia, como un comportamiento afectuoso arrpentido, que presagía que el hombre "va a cambiar " o quiere cambiar. La mujer cree que las etapas anteriores han sido superadas, idealiza la relación, oculta las consecuencias a su familia o amistades.


  • En otros casos, por más que la mujer identifique claramente la problemática, no encuentra contención familiar o social para salir de la situación: limitaciones económicas, escollos laborales, habitacionales y hasta judiciales. Si pensamos que los jueces de familia instituyen la "mediación" como paso previo a una separación a causa de violencia, estamos observando el profundo desconocimiento y falta de compromiso con que ejercen estos funcionarios, al aplicar una "receta" para todos los casos, sin poner el razonamiento, el sentido común, para tratar estos delicados divorcios.


  • Justifican por alcoholismo, enfermedad la conducta del hombre, y se resignan a inmolarse.


  • La sociedad, la familia, puede que si no ve "golpes" no apoye a la violentada, porque el maltrato emocional no se considera en algunos sectores al mismo nivel que la violencia física.


  • Creer que la violencia familiar es un hecho privado, olvidando que vivir sin violencia es un derecho humano básico.



La violencia hacia las mujeres, comienza con el matrimonio, la convivencia.



La violencia no es un episodio casual, que sucede una sola vez y se agota. Los episodios se suceden en un proceso con etapas que provocan deterioro mental, físico, sexual de los integrantes de una familia o las partes de una relación. Muchas mujeres recuerdan que desde el noviazgo atravesaban episodios de violencia que pasaban por alto, tanto ellas como su entorno, no pudiendo entonces vislumbrar las situaciones que vivirian despues.


Indicios de personalidades violentas:




  • Amenazas: "No puedo vivir sin vos, si no nos casamos me mato"; "Te abandono si no cumplís lo que te estoy pidiendo"


  • Que el novio provoque sentimiento de culpa, lástima, o de "estar acorralada" a la novia.


  • Joven poco sociable, que se aisla o se ofende, no se integra a la familia o las amistades de la novia.


  • Joven que es seductor con todos, pero a la novia la trata con crueldad (pueden ser frases, hechos)


  • El novio decide por su cuenta, sin consultar o pedir opinión a la joven.


  • Joven que se irrita, tiene estallidos.


  • Descalifica, desvaloriza la palabra, las ideas, las acciones de su pareja.


  • Obliga a la novia a hacer cosas que ella no quiere (físicas, sexuales)


  • Acusa a la novia de vestirse o maquillarse provocativamente-.


  • Acusa a la novia de coquetear con otros hombres.


Por esto es importante que desde las escuelas primarias y secundarias se trabaje en los siguientes conceptos:





  • Poder poner límites


  • Valorizarse a sí mismo


  • Conocimiento y ejercicio de los derechos humanos y civiles


  • Aprender a decir que NO


  • Reconocer situaciones de maltrato


  • Afianzar las propias ideas, defendiendo valores como autonomía y no discriminación.

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